Ni el Papa Benedicto se puede resistir a los dulces y al café con leche, así lo señala Eva Celada autora de Los secretos de la cocina vaticana. Además le gusta el buen vino y una larga sobremesa.
A Celada le tomó dos años realizar la investigación. Reparando que la cocina del Vaticano es "una de las más complejas y ricas del mundo", "mucho más que de cualquier casa real", afirma.
En su libro recopila más de cien recetas, todas referentes a la comida del Papa. A él le gusta tomar café con leche y le gustan los dulces, especialmente la tarta de manzana, el buen vino y una "larga sobremesa"; a diferencia del Papa Juan Pablo II que "nunca tomaba café" y prefería "el té".
Para Celada no le ha sido nada fácil escribir su libro ya que ella misma señala que "el Vaticano "siempre se ha mostrado muy reticente" a dar información sobre estas cuestiones.
Pero finalmente pudo terminar su investigación. Conociendo detalles que nadie conocía como que el Papa Benedicto XVI y Juan Pablo II son "muy diferentes" en cuestiones gastronómicas. Mientras Benedicto, "hijo de madre cocinera profesional", es "más refinado", Juan Pablo II prefería "más la cantidad que la calidad".
Vía PeriodistaDigital
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