21 ago. 2008

Degustando en Don Ignacio


Uno de los lugares sorprendentes que he asistido hace poco es el restaurante escuela Don Ignacio de la Universidad San Ignacio de Loyola. En este sitio con decoración encantadora, bellas lámparas y mesas bien puestas, pude ver en vivo a jóvenes estudiantes como trabajadores de este centro de estudios. Lo sorprendente es la calidad de servicio, te atienden de inmediato, la buena atención de los mozos. Pero sobre todo la combinación cocina peruana y alta cocina.

Sin saberlo, llegaron las entradas de cortesía (palitos calientes de harina con orégano a las finas hierbas -los que están en la copa de la primera foto- y, por otro lado, tiras de pescado en una cama de ají amarillo con una gotas de vinagre balsámico. El plato de fondo no pudo estar mejor. Estaba buenísimo. Simplemente pedí un lomo fino saltado al pisco. Consistía en carne cocida a baja temperatura con risotto de setas y champiñones, hongos de Porcón (Cajamarca) y crema de fungi porchini. Los jugos naturales, increíbles. Pedí de piña. Sin duda aquí están los platos más exquisitos, como señala su site. Y eso que probé poco, no pude pedir más porque tenía que ir a una exposición.
Fotos: Kateryn Hidalgo


19 ago. 2008

Apec Food II

Haber asistido al Seminario de ProInversión*, me ayudó a ver, digamos que con suma objetividad, las reacciones de delegados extranjeros frente al buffet de ese día. Estábamos en Brujas de Cachiche, restaurante de Miraflores, Lima, donde además tiene una llamativa decoración, muebles antiguos de exposición, cuadros, mascaras, etc.




Había una gran variedad de platos a escoger. Gente de China, Vietnam, Japón, México, entre otros, formaban cola y hablaban en sus idiomas; otros en inglés para comprenderse. Y empezamos a hablar justo de comida. Uno de ellos era chileno y reconoció que su país carecía de sazón, nos dijo que sus paisanos les gustaba mucho nuestra comida. Que los restaurantes peruanos están abriendose camino. Que un pisco sour peruano cuesta allá 10 a 20 dólares cada uno. Y que deseaba probar el ají de gallina, que aún no lo conocía.




Los delegados japoneses, por su parte, fotografiaban las vitrinas que estaban al fondo del segundo piso. Les llamó la atención las conservas, como las máscaras de la pared. Se sirvieron causas, ceviches, choritos a la chalaca, el salmón y probaron la chicha morada. Los japoneses de igual manera. Los segundos estaban muy buenos, específicamente el lomo saltado, que me lo habían recomendado anticipadamente. También estaba la sangrecita, al estilo de Lambayeque, chicharrones crujientes muy sabrosos, el oyuquito y más. Por supuesto la comida estaba caliente. Y los postres, como verán en las fotografías siguientes que tomé, estaban como para repetir una y otra vez. Lamentablemente, el tiempo era corto, debíamos retornar a las exposiciones al Centro Naval, donde se desarrolló el encuentro, así que opté por una peruanísima mazamorra morada. Y no me equivoqué, estaba muy buena.




fotos: Kateryn Hidalgo
*El Seminario de Apec: Tendencias Recientes en liberalización y facilitación de inversiones en infraestructura de transportes y telecomunicaciones.

14 ago. 2008

Apec Food - I

¿Qué le parece la comida peruana?, le pregunté a un delegado japonés que formaba parte de la comitiva de los más de 45 delegados extranjeros de APEC. "Esta comida hacerme mucho bien y gustarme mucho", me respondió muy sonriente y no quitando sus ojos de su plato. "Sólo que hace mucho frío. Y quiero un vino", volvió a decirme.

Y con razón, yo que compartía su mesa, en realidad hacía frío. Lloviznaba. Era 14 de agosto -hace dos días- y con este clima loco, además de comer esos platos del buffet, miraba el cielo y no paraba de caer agua. Pero bueno, ni modo, nos protegía los paraguas y a seguir comiendo y a seguir tomando fotos.

Después de una jornada intensa de exposiciones en el Centro Naval (Lima) donde se desarrolló el seminario “Tendencias Recientes en liberalización y facilitación de inversiones en infraestructura de transportes y telecomunicaciones”, organizado por ProInversión, debíamos comer. Y a los más de 45 delegados extranjeros provenientes de países como Japón, Canadá, Australia, Chile, Corea, Indonesia, Brunei, México, Chile, Taiwán, Malasia, Tailandia, Federación Rusa, Estados Unidos, Vietnam, como también peruanos, se nos trasladó a un restaurante situado en el distrito de San Borja, en Lima. Caplina, se llama. Expertos en comida marina.

¿Cuántos años tiene caplina?, pregunté a uno de los chefs que servía en la mesa, ocho me dijo. Entre sus platos de entrada estaban: ceviche, tiradito, mini causas, brochetas de pescado, papa a la huancaína. Los segundos: lomo saltado, arroz con mariscos, pescado en salsa china y de postres estuvieron el suspiro de limeña, arroz con leche y la mazamorra morada. Todos se cocinaron en vivo.

El Seminario se llevó a cabo los días 13 y 14 de agosto de 2008. En el siguiente post podrán apreciar fotos y textos de las comidas que degustaron los delegados en el segundo día del foro. Fue en el restaurante Brujas de Cachiche, en Miraflores, que como dijo un delegado chileno, la comida estuvo fabulosa.

Fotos y textos: Kateryn Hidalgo