29 jun. 2008

Fiesta de comidas en Chiclayo

Chirimpico, espesado, tortilla de raya, panquitas de life, seco de cabrito, causa en mate, chinguirito, son algunos de los platos auténticos que probé en Chiclayo. Este jueves que pasó, por motivos laborales, estuve otra vez en esta linda ciudad, que si bien, hoy se viste de modernidad, pues hay varios centros comerciales, aún se conserva esa tradición por su comida regional que es la preferida por sus habitantes.

Para empezar los lambayecanos desde que amanecen saben comer muy bien. En la mesa hay desde tamalitos, humitas, frituras de chancho con mote sancochado y zarza criolla. Y café caliente.

Si se trata de almuerzar, hay varios platos a escoger. El plato estrella es el pato. Se come en arroz, alverjado, deshuesado, aguadito y más. Pero si quiere comer un buen arroz con pato, como Dios manda, dese una vuelta por El Rincón del Pato en Lambayeque.

Tortilla de raya, chinguirito (o ceviche de guitarra), son maravillosas entradas que puede degustarlas en la pintoresca caleta de Santa Rosa.

Otro de los platos es el chirimpico, que es una mezcla de menudencias con ají de causa, culantro, hierbabuena, entre otros. Si quiere comer algo diferente, en Monsefú preparan panquitas de life (pescados pequeños envueltos en hojas de choclo cocidos a la brasa o al horno).

En Túcume, a 35 Km de Chiclayo, dentro del complejo arqueológico, conocí hace algunos años a varias cocineras que preparan aún sus alimentos en cocinas rústicas y con leña del lugar sirven en mates, como es el caso de la causa de pescado, el seco de cabrito con loche.

Como sabemos la bebida norteña por excelencia es la algarrobina. Hace poco el presidente del Gobierno regional de Lambayeque, a fin de promocionar su consumo, ha dado la orden de que esta sea la bebida oficial en todos los brindis protocolares de la región.

El postre que todo visitante lo lleva en sus maletas después de visitar Chiclayo es el ‘king Kong’. La marca más conocida es San Roque y son como alfajores gruesos de manjar blanco y otros.

En mi último viaje probamos de todo. Fuimos al Restaurante Gourmet Fiesta, uno de los más famosos del lugar. Si bien nos emocionamos al degustar un delicioso ceviche mixto y las dulces tortillas de maíz, el arroz con pato estaba salado, el lenguado salado, el arroz con mariscos salado. Y había tanta gente, pese a ser día de semana, que demoraron cerca de 2 horas en traernos los platos de fondo y media hora para las facturas. Ingresamos a la una de la tarde y salimos a las 4 y 30. Es decir, mucho tiempo de espera. Enseguida algunas imágenes de Fiesta.

Entrada: tortilla de maíz y ceviche


Ceviche chiclayano



Con unas amistades chiclayanas






9 jun. 2008

Desayuno en el café Haití


Tiene 45 años de funcionamiento. Archi conocido por sus panes y sus cafés. Comensal que llega y que va, toma su capuccino. Ellos pasan lento las hojas de su diario. Estamos en el Haití, café restaurante miraflorino donde el tiempo pasa muy despacio en esta mañana fría. En el lugar de encuentro, de tertulias, conversaciones interminables.


Nosotras, mi hermana y yo, pedimos el desayuno. Es su cumpleaños número 18 y aunque estudia nutrición, come una hamburguesa y papas fritas sin culpa alguna. Pido uno criollo, de lechón y de pronto el ají de su zarsa hace que tome más jugo de fresa. Ella no está acostumbrada a ese café tan cargado del lugar y pide que se lo rebajen. Yo, por el contrario estoy a gusto con el mio; pero no con las papas fritas. Las miro de cerca y algunas están negras (ver fotografías). Y me parece un horror. No es por ser mala onda. Pero si se trata de un café reconocido, donde acude un gran número de extranjeros y nacionales, por ser un lugar acogedor, con buena vista, y con años de experiencia, en ese punto deben mejorar.



Mientras la gente camina a prisa, los artistas en la cera del frente acomodan sus pinturas, las mismas que venden al público y más allá los peatones van despacio asombrándose de una exposición fotográfica con imágenes de gran formato.



Comemos todo, excepto los carbohidratos, por obvias razones expuestas. Sin duda es un lindo sitio, no lo niego; aunque hay un pero. Y ese pero, espero no se vuelva a repetir si le sucede a usted y espero que sólo haya sido un error del cocinero de turno.

8 jun. 2008

Delicias en el Atallau

Atallau es un nuevo restaurante turístico que vale la pena ir. Con tan sólo un mes de funcionamiento, ubicado dentro de un centro artesanal, en la avenida La Marina, en Lima, está logrando tener cada vez más comensales. Y esto debido a la calidad de productos que sirven, frescos, de primera; como también el buen servicio del personal de atención.

Nos viene muy bien ese pisco sour y los ricos choritos a la chalaca que nos dieron de cortesía. Más aún ese buffet de domingo (20 soles por persona) donde degustará desde causitas con pulpa de cangrejo y langostinos, ceviche de pescado blanco, seco de carne con frejoles, cau cau, carapulcra, etc. de buena sazón todos. Y si gusta de platos a la carta recomendamos ese lomo saltado al wok con sabor a parrilla y toque de culantro, sudado de tramboyo, chicharrón de mariscos y mero.

Para la asesora gastronómica del Atallau, la Chef Claudia Miranda, el valor diferencial del restaurante, que viene a ser "delicioso" en quechua, es que está pensado en el exigente paladar del comensal peruano como extranjero. "Entregamos platos hechos a base de mero, lenguado, corvina, etc., a precio bastante accesible, exquisitos. Además nuestro personal es profesional del área gastronómico.

Aquí una serie de imágenes que tomé que dan cuenta de la deliciosa comida de este restaurante.








Atallau: Av. La Marina 774, Pueblo Libre.